martes, 6 de diciembre de 2011

Tus besos















Las horas pasan y el recuerdo de tus besos
atormenta mis pensamientos.
Donde hay amor quedan sentimientos
pero contigo, todo es relativo, todo es
pasional, siempre.


Aquellos momentos que el tiempo
vivido nunca desvanecerá.


Tu figura me atormenta,
tus caricias me persiguen
entre sueños prohibidos,
de un verano con sabor
a invierno en mi corazón,
mientras el deseo de un amor
más que de piel se apoderan
de mis dudas hacía ti pero
mis extremidades ceden
ante tu esencia.


La extrañeza de tus actos
producen heridas que no
sangran pero que duelen.


Y es que en mi rutina diaria
tu imagen está presente
en mi mente, como un
recuerdo antiguo que no
puedo dejar de observar.


La confianza que me quitaste 
por los errores de actitudes
infantiles, solo me hacen
imaginar que sería de nosotros
si tuviera el reloj mágico que 
retroceda el tiempo y me
transporte al recuerdo
de nuestras miradas
encontradas por primera vez
entre alcohol y nicotina, entre 
escenarios nocturnos de
roces de labios y el delicioso
aroma a deseo que desprendían
nuestros cuerpos entre
sentimientos, risas y anécdotas.


Aún te tengo pero siento
que te necesito.
Mientras pensamientos 
conjugados con lágrimas
de deseo atormentan mi
ser, solo sé que no estás
cerca y que cuando te tengo
a un centímetro de mis labios,
se me olvida todo al verte.


Te quiero, y quiero
tenerte, quiero entenderte,
y concederte las ganas
de mí todos los días,
todas las horas, que pasan
muy lentamente cuando
no tengo tus caricias.


Y el vaso
se va secando, 
mis dedos se desgastan 
de soluciones superfluas, 
aprieto mis labios, la saliva
amarga, los parpados caídos
y miro nuevamente tu recuerdo
aquel que me invita a seguir creyendo
en "nosotros".


Aquel que me robo los momentos más
íntimos y que convierten mi vida en
el deseo de dedicarte frases 
que nacen de lo más recóndito.


Te has convertido en mi fantasía sexual favorita.
Y mientras todos enmudecen y se alejan
quedamos prestos a desatar
nuestras más placenteras pasiones.


Es el destino que nos invita a tenernos
cerca y entre baladas nocturnas
te recuerdo más que nunca
y me permito ilusionarme
nuevamente por primera vez
mientras las horas pasan
y el recuerdo de tus labios
que decolora los míos
atrapa a mi corazón...