Odio

Odio tu manera de contestarme y tus enojos repentinos.


Odio que me ignores y no me hagas caso.


Odio cuando me tratas mal y no te importa.


Odio tu manera de alejarte de mis caricias.


Odio que me conozcas tanto y que a veces tengas razón.


Odio que aún no abras al 100% tu corazón.


Odio tus miedos a enfrentar las cosas.


Odio tus botas texanas en punta.


Odio tus silencios y me duelen.


Odio tu fácil manera de olvidarte de lo vivido.


Odio cuando nos reímos juntos y me haces sonreír.


Odio que no me creas.


Odio tu carácter tan explosivo.


Odio cuando produces mi llanto.


Odio cuando  te das cuenta que sufro y no haces nada.


Odio cuando no duermes a mi lado.


Odio cuando me niegas tus besos.


Odio cuando no te tengo en mis brazos.


Odio pensar que a veces me utilizas.


Pero lo que más odio es la forma en que no puedo odiarte, nisiquiera un poco, nisiquiera un ápice, nisiquiera me dan ganas y aunque parezca una loca, odio amarte y en mi corazón, mente y cuerpo aun llevarte...

Tus besos

Las horas pasan y el recuerdo de tus besos
atormenta mis pensamientos.
Donde hay amor quedan sentimientos
pero contigo, todo es relativo, todo es
pasional, siempre.


Aquellos momentos que el tiempo
vivido nunca desvanecerá.


Tu figura me atormenta,
tus caricias me persiguen
entre sueños prohibidos,
de un verano con sabor
a invierno en mi corazón,
mientras el deseo de un amor
más que de piel se apoderan
de mis dudas hacía ti pero
mis extremidades ceden
ante tu esencia.


La extrañeza de tus actos
producen heridas que no
sangran pero que duelen.


Y es que en mi rutina diaria
tu imagen está presente
en mi mente, como un
recuerdo antiguo que no
puedo dejar de observar.


La confianza que me quitaste 
por los errores de actitudes
infantiles, solo me hacen
imaginar que sería de nosotros
si tuviera el reloj mágico que 
retroceda el tiempo y me
transporte al recuerdo
de nuestras miradas
encontradas por primera vez
entre alcohol y nicotina, entre 
escenarios nocturnos de
roces de labios y el delicioso
aroma a deseo que desprendían
nuestros cuerpos entre
sentimientos, risas y anécdotas.


Aún te tengo pero siento
que te necesito.
Mientras pensamientos 
conjugados con lágrimas
de deseo atormentan mi
ser, solo sé que no estás
cerca y que cuando te tengo
a un centímetro de mis labios,
se me olvida todo al verte.


Te quiero, y quiero
tenerte, quiero entenderte,
y concederte las ganas
de mí todos los días,
todas las horas, que pasan
muy lentamente cuando
no tengo tus caricias.


Y el vaso
se va secando, 
mis dedos se desgastan 
de soluciones superfluas, 
aprieto mis labios, la saliva
amarga, los parpados caídos
y miro nuevamente tu recuerdo
aquel que me invita a seguir creyendo
en "nosotros".


Aquel que me robo los momentos más
íntimos y que convierten mi vida en
el deseo de dedicarte frases 
que nacen de lo más recóndito.


Te has convertido en mi fantasía sexual favorita.
Y mientras todos enmudecen y se alejan
quedamos prestos a desatar
nuestras más placenteras pasiones.


Es el destino que nos invita a tenernos

cerca y entre baladas nocturnas
te recuerdo más que nunca
y me permito ilusionarme
nuevamente por primera vez
mientras las horas pasan
y el recuerdo de tus labios
que decolora los míos
atrapa a mi corazón...

Y ahora?

Fuimos tan cercanos y ahora somos casi dos extraños
Me diste todo y ahora al ver mis manos no encuentro nada.


No me entendiste, o no te supe comprender.
Cambiaste mi círculo por completo aunque creo que no aún no lo notas.


Caímos en un juego de lo más obsceno y que ninguno de los ganó.


Solo importan los recuerdos tan intensos, que las heridas abiertas no pueden borrarlos.


Y sé que algún día podrás comprender que es difícil controlarse.


Y sé que pase lo que pase tu nombre ha quedado grabado


en mí.

Tú

 Miradas que se cruzan y conjugan sentimientos
 
Sonrisas que se mezclan entre una mampara que nos separa entre tanta gente y que solo produce aún más deseo

 
Te miro, me pierdo, mi cuerpo se limita, mis sentimientos se contraen  y me guardo todas esas sensaciones que compartimos en nuestras noches de aventuras, en nuestros momentos de éxtasis. Donde me convierto en la más transparente, mientras tú me orientas a perder los miedos que mantienen prisionero a mi corazón y a mi cuerpo desnudo que anti ti cede...
 

Las horas pasan y me siento vaga sin tus besos, me siento vacía sin tu sonrisa y poco a poco me doy cuenta que te estás convirtiendo en mi complemento, mi pasión favorita, mi compañero de aventuras y juegos de piel.

 
Me vuelvo vulnerable ante tus efectos y desprendo  mi ser para convertirme en la mujer más ridículamente estúpida, que se deja seducir ante tus encantos, rindiéndome al deseo de la intimidad, para un acto de amor que se desata encerrado entre las cuatro paredes de un bunker de recuerdos.

 
Esta vez tuvimos un encuentro matutino, diferente,  en donde conocí otro lado de ti y me divertí viéndote feliz y enseñándome tus aficiones

 
Por la noche tu manera de convencerme a quedarme junto a ti  y darme la satisfacción de permitirme escuchar tus poemas aquellos que reprimes en cuadernos llenos de frases incompletas, mientras te escucho recitarlos sin miedo y solo pienso...
 
"Porqué no te conocí antes", como sueles decir, mi frase favorita
 
No quiero terminar nuestros encuentros, ni dejar este acto indecente inconcluso
 
La figura de tu cuerpo me persigue entre sueños y mientras mis manos se inquietan al escribir frases que grafican mis más recónditos sentimientos.
 
 
Mi corazón empieza a salir de su encierro y solo puede entender que va perdiendo el miedo, mientras poco a poco mi cuerpo y mi alma se empiezan a enamorar, de tí...

Y vuelven "..."

Me alteras las ganas , me pones nerviosa, me das alegrías y a la vez tristezas.

Me siento una tonta y vaga de pensamiento, porque las ideas se me van al verte,

porque siento que cuando mi silencio se hace presente en el escenario de mi vida

y tú no estás en el, me siento perdida.

El reflejo borroso de un espejo empañado me lleva a imaginar cosas fuera de serie

contigo, hay tantas que quisiera que hagamos juntos, tantos relatos con que reír

tantas ciudades por caminar, tanta vida por corromper, tantos besos por conjugar,

tanta piel que tocar.

Por las noches es cuando más te siento, en escalofríos y recuerdos de esa noche

de locuras, de aquellos momentos que no se van de mi cabeza, y que vuelven

a robarme los pensamientos de cuando en vez.

No sé si nos tuvimos el uno al otro, no sé si esto que me mueve se llama amor,

solo se que mi cuerpo renuncia y se desconecta de mi pensamiento, para afrontar

los sueños más perversos y groseros, contigo.

Momentos de afecto y entrega, espacios donde solo tu y yo nos compenetramos

y un cosquilleo que deliciosamente recorre mi dermis sin dar razón a entendimientos,

solo percibo que tu eres con el que quiero seguir compartiendo ese hermoso signo

gramatical de tres puntos suspensivos...

...

Quiero desgarrar mi piel de la manera más vulgar posible.

Mis ganas de estallar son tan eufóricas que mi cuerpo tiembla.

No sé cómo, no sé cuando, no se por qué, pero te extraño.

A veces no te das cuenta del daño que me haces.

Y este día se corono como el más efímero y risueño.

Es que no puedo aguantar mis palabras y me pierdo

entre tu imagen, esa misma que me invita a soñar

e integrarte de manera compleja en mis pensamientos.

Cuando hablas me duele y más aun porque sé que no

te puedo sentir, solo me conformo con que mi cabeza

de vueltas y vueltas hasta marearse y olvidarme de todo.

Toco el suelo con mi mirada mientras me alejo, necesito

estar a solas, alejada de todo, nadie me entiende solo la

música me calma y los inevitables escalofríos que me

produce el viento.

Me siento la persona más estúpida del universo y

quiero llorar, quiero olvidar, quiero entender por qué

hoy día fue uno de los peores y paradójico. Necesito

que la personita que más me entiende se conecte

otra vez conmigo.

Deseo desaparecer en un lugar de silencio, en un lugar

de paz pura, donde solo estés tú y me entiendas donde

sonría porque es verdad y sin miedo, donde simplemente

mis pensamientos y mi cuerpo sean enteros y

completamente tuyos...

Vuelve a caminar

Cuando sientas que todo esta perdido, respira.

Cuando sientas que tus manos se cansaron de escribir, habla con gestos.

Cuando sientas que tus pies ya no pueden moverse un paso más, sonríe.

Cuando sientas que la euforia negativa te carcome el cerebro, escucha una balada bajito.

Cuando sientas que nadie más te entiende, abrazate muy fuerte.

Cuando no sepas articular ni un vocablo, simplemente escucha el viento cierra los ojos, y vive.